A Rosario
Esta hoja arrebatada a una corona
que la fortuna colocó en mi frente
entre el aplauso fácil e indulgente
con que el primer ensayo se perdona.
Esta hoja arrebatada a una corona
que la fortuna colocó en mi frente
entre el aplauso fácil e indulgente
con que el primer ensayo se perdona.
Esta hoja de un laurel que aún me
emociona
como en aquella noche, dulcemente,
por más que mi razón comprende y siente
que es un laurel que el mérito no abona.
Tú la viste nacer, y dulce y buena
te estremeciste como yo al encanto
que produjo al rodar sobre la escena;
como en aquella noche, dulcemente,
por más que mi razón comprende y siente
que es un laurel que el mérito no abona.
Tú la viste nacer, y dulce y buena
te estremeciste como yo al encanto
que produjo al rodar sobre la escena;
Guárdala y de la ausencia en el
quebranto,
que te recuerde de mis besos, llena,
al buen amigo que te quiere tanto.
que te recuerde de mis besos, llena,
al buen amigo que te quiere tanto.
Interpretación:
Nos habla de un gran amor
hacia una mujer que formaba parte de él y de un momento a otro alguien más la
enamoró a ella haciendo que se desentendiera completamente del autor. El amor
que el destino se puso en su camino pero desde hace tiempo la relación ya no
funcionaba como antes.
Aún se emociona al
recordar aquella noche que conoció
a su gran amor y por más que le da vueltas al asunto el haberla conocido lo
hace sentir que no la merece.
El autor recurre al símbolo
de la madre, que se enamoró de su hija al nacer y él se enamoró de ella al
verla por primera vez y cuando la madre muera él espera que ella se refugie en
él y que use su hombro para llorar
porque él se sostendrá la mano.
Alcaraz Baltazares Ana Gabriela.
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